Un paper publicado en una importante revista internacional muestra que el uso de propranolol en modelos preclínicos tiene potencial terapéutico para combatir un cáncer óseo muy popular en menores de edad.

El propranolol es un fármaco denominado beta bloqueante de calcio, usado en el país y el mundo principalmente en el tratamiento de la hipertensión. El medicamento es bastante conocido, y ahora podría tener un nuevo enfoque farmacológico. Es que investigadores argentinos determinaron que su uso tiene “una robusta actividad antitumoral en modelos experimentales” de osteosarcoma, un tipo de cáncer óseo que es bastante común en niños. El tumor se hizo muy conocido por la conmoción que generó en el mundo la muerte de la hija del entrenador español Luis Enrique, ocurrida en el 2019. Según el trabajo de los investigadores argentinos, recientemente publicado en una revista internacional, los resultados del fármaco “podría proponerse como una terapia adyuvante segura y costo-efectiva para el tratamiento del osteosarcoma en combinación con quimioterapia”. “Se trató de un trabajo preclínico, que utilizó una gran variedad de modelos experimentales celulares y animales de osteosarcoma, también describe como el propranolol tiene la capacidad de bloquear distintos efectos pro-tumorales de distintas hormonas de estrés tales como la adrenalina, sobre las células tumorales, además de incrementar la efectividad de la quimioterapia”, explicó Juan Garona profesional que está a cargo de la unidad 6 del Centro de Medicina Traslacional (CEMET) para conocer más detalles del trabajo.
El trabajo difundido en la revista Scientific Reports descubrió que el antihipertensivo propranolol, usado para tratar distintas enfermedades cardiovasculares, “tiene la capacidad de frenar el crecimiento tumoral del osteosarcoma, un cáncer de hueso muy agresivo que suele afectar a niños y adolescentes”. Se trata de un proyecto colaborativo de un grupo de profesionales que involucró investigadores e investigadoras de la Unidad 6 del Centro de Medicina Traslacional (CEMET) del Hospital el Cruce, el Centro de Oncología Molecular y Traslacional (COMTra), el Departamento de Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional de Quilmes, el CONICET, el Instituto de Investigación en Biomedicina de Buenos Aires (IBioBA) e instituciones del exterior tales como el Instituto Max Planck de Nauheim, Alemania, y el Centro de Medicina de Precisión, Universidad San Martín de Porres de Lima, Perú. “El estudio tiene una potencialidad enorme ya que el propranolol podría utilizarse para modular la agresividad y complementar a la terapia estándar usada en osteosarcoma, una enfermedad que cuando es diagnosticada en países con bajos y medianos ingresos como Argentina, presenta un pronóstico más sombrío que en países de altos ingresos”, agregó Garona.
El propranolol es un antihipertensivo que se usa hace más de 50 años en la clínica. Si bien había algunos hallazgos preliminares en otros tipos de tumores como el cáncer colorectal y cáncer mamario, pero nunca había sido estudiado en osteosarcoma. Esta combinación es “una línea de investigación relativamente nueva comenzó a gestarse justo a medida que aparecía la pandemia y se iba paralizando el mundo”. Pero a pesar de eso, dijo Garona, “nosotros seguíamos investigando en paralelo al Covid-19. Y después de más de dos años y medio llegó la posibilidad de publicar el artículo en la revista Scientific Reports”. “Llevó mucho trabajo porque cuando la revista conoció el foco del estudio, se interesó y los revisores comenzaron a pedir datos, información, mecanismos de acción en concreto y validación. Nos demanda más tiempo para profundizar la investigación y el resultado fue un artículo muy completo. Es un estudio pre clínico lo que significa una instancia previa antes de ser evaluado en pacientes”, recalcó el científico argentino. El osteosarcoma es un tumor de origen esquelético, cuyas células producen tejido osteoide .En la Argentina se diagnostican 6,1 casos por millón de personas menores a 15 años al año. Su localización más frecuente es en los huesos largos. El 90 por ciento de las metástasis se detecta a nivel pulmonar, aunque pueden darse en muchas localizaciones diferentes.

FUENTE: Mirada Profesional