Identificación con las marcas y comercialización legitima:
Comercializamos productos de laboratorios de reconocidas marcas existentes en el mercado, garantizando la autenticidad por adquirirlos exclusivamente de su productor original.
Compromiso real con el ambiente:
Trabajamos bajo estrictas normas que aseguren dentro de nuestra actividad, la conservación y preservación del medio ambiente, asumiendo como principio de responsabilidad empresaria la divulgación de toda agresión a los recursos no renovables y al ambiente en si, participando en la cultura y toma de conciencia de toda la población.
"PORQUE PENSAMOS DIFERENTE, DESARROLLAMOS VINCULOS CONVINCENTES Y CONTRIBUIMOS A LA VISION ABSOLUTA DEL NEGOCIO. SIMPLEMENTE OFRECEMOS UN SERVICIO INTEGRAL Y PERFECCIONADO, PARA CLIENTES SOFISTICADOS COMPROMETIDOS CON LA EXCELENCIA."
Somos una droguería integral, de capitales independientes, fundada en el año 1970 en la ciudad de Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires.
Con flota propia y planta automatizada de 7000m2 ubicada en el corazón céntrico de la ciudad, abastecemos diariamente a 7 provincias: Buenos Aires, La Pampa, Neuquén, Rio Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
Contamos con un staff de más de 200 colaboradores que hacen posible que cada día los 1400 clientes activos de la droguería, reciban sus pedidos.
Con la misión de brindar un servicio diferente y perfeccionado, distribuimos mensualmente más de 2.000.000 de unidades, recorriendo aproximadamente 163.000 kilómetros lo que equivale a 5 vueltas al mundo.
Integralidad:
Comercializamos todos los productos existentes en el mercado, ya sean ambulatorios, otc, tratamientos especiales, oncología, perfumería, accesorios, etc.
• Atención personalizada y servicio diseñado a medida.
• Asesoramiento sobre compras iniciales y mantenimiento de niveles óptimos de stock.
• Acreditación directa en cuenta corriente de las ventas con tarjeta de crédito/débito.
• Departamento de Telemarketing para toma de pedidos.
• Departamento exclusivo para venta de transfers y negocios especiales.
• Emisión mensual de revista con contenido de ofertas e información de interés general.
• Entregas diarias a 160 localidades.
• Sitio de E-commerce perfeccionado, intuitivo y amigable.
• Amplia disponibilidad de stock.
• Club de beneficios Comunidad Sur: canje de puntos por premios.
12/7/24
El estrés es el enemigo número uno de nuestra microbiota. Pensamos que las emociones no nos impactan en nuestra fisiología, pero sí. En el caso concreto del estrés, la hormona del cortisol produce unas "pequeñas bombas" en el intestino, por el que éste pierde su función barrera y se cuelan nutrientes a nuestra sangre que de otra manera no deberían hacerlo.
Así lo explica en una entrevista con Infosalus Mónica Pérez, bióloga y máster en Nutrición y Dietética, que acaba de publicar ‘Lo importante está en tu microbiota’ (Oberon), un libro por el que también subraya que el estrés es el culpable de que nuestro sistema inmunitario empeore, al tiempo de que nuestro cuerpo se inflame; y todo ello por una microbiota que se ha desequilibrado, fruto de esa mala gestión emocional.
"El estrés nos afecta en este sentido, debilitando todo el intestino, y no sólo pasa esto de que la barrera intestinal va a estar más floja, abierta, sino que nuestro sistema inmune, que está en un 70% en el intestino, también se verá alterado en todo el cuerpo", remarca.
Con el estrés, según explica, el cerebro manda la secreción de cortisol, y éste pasa a la sangre y llega al intestino, donde primero afecta a la motilidad intestinal, generando estreñimiento o diarreas; para después, afectar a la mucosa, causando daño e inflamación, que a su vez, ésta impacta en el sistema inmunitario, aumentando así esta permeabilidad del intestino que comentamos.
De hecho, Mónica Pérez mantiene que el intestino es "el centro de mando de muchas emociones" y, por ejemplo, de la hormona de la felicidad, de la serotonina, que en un 90% es producida en el intestino.
"Si el estrés está bombardeando el intestino constantemente, la serotonina también se verá afectada, y no produciremos tanta; además de que otros neurotransmisores o precursores de estos también se verán afectados, como la dopamina, que nos aporta un estado más de alegría, así como el gaba, un neurotransmisor que nos produce calma", agrega Mónica Pérez.
También se habla mucho del eje intestino-cerebro, tal y como prosigue, y no sólo con estos neurotransmisores, sino también con el nervio vago, que conecta directamente el cerebro con el intestino y otras vísceras: "En el intestino tenemos unas neuronas entéricas, que son como unas pequeñas carreteras que se conectan al nervio principal y que se conectan directamente con el cerebro, es una relación bidireccional. Si tenemos mal el intestino, esta conexión se verá también afectada. Y si el nervio vago está bajo, estaremos en un ‘bajo tono vagal’".
Es más, sostiene que "el nervio vago es como un ‘botón de apagado o de encendido del cuerpo’, en cuanto a estar activos o en calma, de manera que, si está mal con el estrés, "nunca podremos darle al botón de apagado del cuerpo, no podremos ponerlo en calma, y esto significa que si nos hemos estresado a las 8 de la mañana viviremos ese evento estresante hasta las 12 de la noche; todo se retroalimenta".
Controlando así el estrés fortalecemos el nervio vago, destaca esta bióloga experta en microbiota, al mismo tiempo que si sabemos regular nuestras emociones defiende que el intestino funcionará bien y podremos digerir bien los alimentos, y que no se nos cuelen nutrientes que no deben, ni se altere nuestro sistema inmune.
Con ello, preguntamos a esta especialista cómo podemos sospechar de que algo no va bien con nuestra microbiota y, apunta en primer lugar a los síntomas no digestivos: estar estresados todo el día y no regular bien las emociones.
En el plano digestivo, dice que si comemos y se nos hincha mucho la tripa, y esta hinchazón persista durante todo el día, un signo de que nuestra microbiota está alterada. "Otro síntoma sería la inflamación, que la podemos ver reflejada en muchas partes del cuerpo, porque al final el sistema inmune está débil, a través de dolores de cabeza, de menstruación muy fuertes, de urticaria, de malestar en las articulaciones, infecciones o catarros recurrentes, insomnio, digestiones más pesadas o malas, o por ejemplo con estreñimiento acompañado de periodos de diarrea", añade.
Al final, tal y como insiste, el estrés se manifiesta de muchas formas y ataca donde estamos más débiles, y por ejemplo hace que estemos con varios resfriados en el invierno. "O mujeres con cistitis de repetición; esto es porque al final el cortisol son como bombas, el intestino es el centro de mando donde ‘duerme’ nuestro sistema inmune, de forma que si lo bombardeamos constantemente no podrá hacer su función", incide Pérez.
Con ello, son 4 los pilares que esta experta en microbiota aconseja para cuidar y mejorarla:
Fuente: Infosalus