El retiro de la COP29 de la Argentina sorprendió en las primeras jornadas luego del inicio de la cumbre en Bakú, Azerbaiyán. La delegación recibió la orden directamente del gobierno de Javier Milei ante un estupor generalizado a nivel internacional.

El hecho, sin dudas, generó que aumenten las preocupaciones sobre la estabilidad del Acuerdo de París. Pero además, la decisión traerá consecuencias directas para el país, además de un claro aislamiento de la agenda climática.

Es decir, esto también conllevará consecuencias económicas, dado que el eje central de esta COP es nada menos que el financiamiento climático.

La Argentina había participado en las negociaciones intermediarias de junio en Bonn y estuvo presente durante dos jornadas en Bakú. Sin embargo, el Ejecutivo de Milei se retiró de la edición más importante en los últimos años sobre un tema crucial para un país en desarrollo, como es el caso de la Argentina, la financiación.

La consecuencia directa y central es que no está presente y, por lo tanto, no hace valer su postura ni sus intereses en las negociaciones para decidir los detalles de la Nueva Meta Colectiva y Cuantificable de Financiamiento Climático (NCQG, por sus siglas en inglés).

Esto refiere a cómo será la movilización de recursos económicos que los países desarrollados deben hacer a países en desarrollo.

El ambientalista argentino Oscar Soria, director de la usina de pensamiento The Common Initiative, calificó la decisión de Milei como un “grave retroceso” para la economía y el bienestar de los argentinos. Ya que, la crisis climática ya ha impactado severamente a la economía, en especial por las recientes sequías que afectaron las exportaciones agrícolas.

Soria, que se encuentra en Baku, señaló a Noticias Ambientales que esta decisión “margina al país del mundo” y la describió como una medida “suicida” impulsada por una “ideología atrasada”.

Esta postura aislacionista dificulta la cooperación internacional en temas ambientales y limita el acceso a fondos y tecnologías para enfrentar los desafíos climáticos.

La implementación del Artículo 6 ofrece a Argentina una oportunidad única para atraer inversiones. Esa sección del acuerdo establece las bases para el mercado global de carbono y promueve la cooperación internacional en la mitigación del cambio climático mediante acuerdos bilaterales de transferencia de reducciones de emisiones.

Varios países de la región, como Colombia, Chile y Uruguay, ya han avanzado en la firma de estos acuerdos bilaterales, mientras que la Argentina se retiró. Esto representa una pérdida de potenciales inversiones extranjeras en energías limpias, entre otras posibilidades.

Acuerdos no solo generan ingresos adicionales, sino que también posicionan a los países firmantes como líderes en innovación climática y sostenibilidad.

Las poblaciones más vulnerables, como los pequeños agricultores, los pueblos indígenas y los habitantes de zonas costeras, serán los más afectados por los impactos del cambio climático.

“Estamos reevaluando nuestra estrategia en todos los asuntos relacionados con el cambio climático“, dijo el canciller Gerardo Werthein a medios norteamericanos.

El medio estadounidense sostiene que la permanencia de Argentina en el Acuerdo de París forma parte de una revisión más amplia de las políticas climáticas del gobierno de Milei. El canciller argentino, Gerardo Werthein, señaló que el gobierno está “reevaluando” su “estrategia en todos los asuntos relacionados con el cambio climático”, sin confirmar aún si se tomará una decisión definitiva.

“Hasta ahora, no hemos tomado ninguna otra decisión más allá de retirarnos hasta que las cosas estén más claras”, agregó Werthein.

Si Milei también abandona el acuerdo, algunos temen que pueda desencadenar un efecto dominó, lo que incitaría a otros países a reconsiderar su propia participación”, indica el texto del New York Times.

En caso de concretarse el retiro del país del acuerdo climático, Argentina seguirá sujeta a otras decisiones que tomó el gobierno libertario en función de sus intereses. Incluido el reciente retiro de la delegación argentina de la cumbre climática COP29 celebrada en Azerbaiján.

Recientemente, a través de su canciller Javier Milei también rompió con la tradición diplomática al votar en contra de otras dos resoluciones de la Asamblea General: una que garantiza los derechos de comunidades originarias y otra que impulsa la protección de mujeres y niñas en el ecosistema digital.

En ambos casos, Argentina fue el único país que votó en contra, incluso a contramano de sus profesos aliados como Estados Unidos o Israel.

Además, ante una eventual salida del Acuerdo, el sector privado será el mayor afectado. Debido a los requerimientos crecientes que imponen los mercados y los organismos de financiamiento en relación con el cumplimiento de estándares ambientales y sociales.

Fuente: Noticias Ambientales